Muy pocos expertos dudan ya de la gravedad y
alcance de los problemas ambientales. Estamos afectando de tal manera a los
ecosistemas terrestres que muchos autores incluso hablan de una nueva era
geológica, el Antropoceno, caracterizado por el protagonismo de los impactos
humanos sobre cualquier otro proceso natural. Está en juego nuestra pervivencia
en esta casa común, así como el mantenimiento de formas de vida que no sólo
tienen valor en sí mismos, entre otras cosas porque todas han sido creadas por
Dios, sino que también nos resultan imprescindibles para mantener la nuestra,
ya que nos proporcionan comida, aire y agua limpia, medicamentos y son fuente
de paz y belleza que alienta y enriquece nuestro espiritu.