Aquí vino y se fue.
Vino..., nos marcó nuestra tarea y se fue.
Tal vez detrás de aquella nube
hay alguien que trabaja lo mismo que nosotros,
y tal vez las estrellas
no son más que ventanas encendidas de una fábrica
donde Dios tiene que repartir una labor también.
Aquí vino y se fue.
Vino..., llenó nuestra caja de caudales
con millones de siglos y de siglos,
nos dejó unas herramientas... y se fue.
Detrás de ti no hay nadie. Nadie.
Ni un maestro, ni un amo, ni un patrón.
Pero tuyo es el tiempo.
El tiempo y esa gubia
con que Dios comenzó la creación.
LEÓN FELIPE.
Los apóstoles no estaban muy contentos que digamos, aún seguían entendiendo las cosas a medias y tienen que presentarse ante ellos dos mensajeros de Dios preguntándoles:
- "¿Qué hacen ustedes ahí mirando al cielo?...".
"No somos espectadores de la historia, somos protagonistas de la historia", a esta conclusión hemos de llegar y a eso va León Felipe.
- "El tiempo y esa gubia con que Dios comenzó la creación"... ¿qué querrá decirnos con esa expresión LEÓN FELIPE refiriéndose a nosotros?.
- ¿Te sientes responsable de ti mismo y de la vida que tienes por delante?, ¿qué instrumentos tienes para modelarla, hacerla tú mismo?, ¿los valoras?.
- Piensa en las personas con las cuales te relacionas a diario ¿sería bueno que les señalaras los dones, cualidades, "herramientas" que ves en ellas y que les pueden ayudar a mejorar sus vidas?, ¿te gustaría que también a ti te dijeran lo bueno que hay en ti?.
- ¿Cómo vas a hacer hoy para valorarte más en tus cualidades y también para que el grupo se valore más a sí mismo y aprovechemos todos al máximo las herramientas que Dios nos dejó?.
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