Protagonistas: los niños y niñas.
Está pensada para niños y niñas de todas las edades (hay bastantes familias que acompañan a sus hijos y con esta excusa llevan también a sus bebés, en carrito de bebé: hay un km largo desde Las Caletillas hasta el santuario de la Virgen de Candelaria", no es cuestión de llevar a nadie en brazos).
Las edades mayoritarias están entre los 7 y 16 años.
Aparte de los familiares adultos que quieran acompañar, también apoyan obviamente la actividad los catequistas de las diferentes parroquias de la isla de Tenerife -vienen de todos sus rincones-... pero son siempre los niños y niñas quienes con sus pancartas, canciones, juegos,... y su desbordante alegría los que llenan de color toda la jornada y para ellos es también el mensaje central del día.
¿Qué se pretende con esta jornada?.
Cada año hay un slogan diferente pero en esencia el objetivo esencial es siempre el mismo: "Tomar conciencia de que todos los cristianos somos misioneros y de que podemos serlo aquí mismo, en nuestros ambientes más cercanos: la familia, los compañeros de colegio, con los amigos, vecinos, etc...".
Si "misionero" es aquella persona que dejándolo todo, incluso su familia y su lugar de origen, pone como centro de su vida a Jesucristo y trata de dar a conocer su mensaje para que todos tengan la oportunidad de conocerle a Él y aprender de Él... también nosotros tenemos esa misión: dar a conocer al mismo Jesucristo -igual que el misionero- a través de nuestros hechos y actitudes además de con la palabra: hablar abiertamente de Él, brindar su amistad a todo el mundo, sea cual sea nuestra edad y demás circunstancias, aunque sin necesidad de salir de nuestro país ni dejar nuestra familia.
¿Qué se hace en concreto ese día?.
Normalmente esta actividad se organiza desde las parroquias y suelen participar todos los niños que están apuntados en Catequesis de Infancia y también de Jóvenes, pero de hecho hay también una buena representación de colegios que, al igual que las parroquias, preparan con antelación esta jornada con los niños y niñas o jóvenes.
El día de la jornada acuden al "punto de partida y primera concentración" en Las Caletillas, junto a la costa del municipio de La Candelaria (paseo marítimo); la inmensa mayoría lo hacen en guaguas, algunos lo hacen en coches particulares con sus familiares que han preferido hacerlo así en vez de ir con la guagua.
Horario aproximado y actividad:
- Sobre las 11'30 h. de la mañana se halla ya todo el mundo en ese punto de Las Caletillas, en la amplia acera del Paseo Marítimo disfrutando del espléndido paisaje y del encuentro entre todos los grupos que se van reuniendo allí.
- A las 12 h. arranca la "marcha": Los niños con sus pañuelos distintivos de cada grupo (es necesario hacerlo así para facilitar la localización entre ellos), sus pancartas, mochilas,... van caminando desde ese punto tranquilamente hasta llegar a la basílica de la Virgen de Candelaria. Durante el trayecto cada grupo lleva su propia dinámica: cantan, bailan, realizan juegos,... provocando -sin pretenderlo- un gran atractivo allá por donde pasan por todos esos gestos y su desbordante alegría que es capaz de contagiar hasta al más apenado.
- Sobre las 13 h. han llegado ya todos a la plaza de la basílica y al rato se inicia la Eucaristía presidida por el obispo. Todos, formando un inmenso manto multicolor, expresión de la diversidad que hay en nuestra Iglesia y de los dones que de Dios recibimos para ejercer nuestro papel de "misioneros" por todo nuestro mundo de cada día, participamos sin sillas ni bancos como mejor podemos de este rato de encuentro celebrativo en comunidad del significado de este día.
- "De la Misa a la mesa": La celebración no concluye con la Eucaristía sino que sigue celebrándose con el almuerzo en el que además de lo que cada cual lleva para su sustento siempre se comparte con los demás: agua, refrescos, postres, chuches,...
- Suele haber a continuación otras actividades organizadas para el gran grupo: juegos y canciones dirigidos desde un escenario que invitan a todos los que lo deseen a participar y disfrutar de un rato más de diversión... hasta que llegadas aproximadamente las 4'30 h. de la tarde aparecen ya las guaguas que llevarán de vuelta a los lugares de origen a los distintos grupos.
¿Qué hay que llevar?.
En primer lugar, ganas de disfrutar y de vivir el significado de esta jornada.
En segundo lugar:
- Ropa cómoda (calzado cómodo sobre todo y alguna prenda de abrigo -por si acaso-).
- Un par de bocadillos (tentempié y almuerzo), piezas de fruta y agua.
- Una mochilita en la que quepa este equipaje.
Previo a la jornada todos los niños y niñas que hagan la actividad sin sus padres deberán entregar a los monitores encargados el "permiso por escrito de sus padres" para acudir a la actividad y abonar cada cual el importe de lo que cueste la guagua ida y vuelta.
¿Qué nos llevaremos de esta jornada?.
Con toda seguridad cada cual se llevará aquello que invierta, siempre multiplicado.
Después de varios años participando en esta actividad he comprobado que además de lo anterior este día aporta:
- Ocasión de disfrutar de una apacible convivencia familiar (padres-hijos) si los padres acompañamos a los hijos en esta dinámica (es lo ideal).
- Diversión, mucha alegría,...
- Encuentro y convivencia con otros grupos de niños y niñas, de diferentes edades,... venidos de muy distintos lugares de la isla.
- Celebración gozosa de la fe en gran comunidad, cada cual desde su capacidad de entenderla y vivirla.
- Una sencilla reflexión pero efectiva de lo que significa "dar a Cristo al mundo hoy y aquí", a ejemplo de María y de los misioneros que llevan la Buena Noticia de Jesús por todo el mundo.
- Vivencia práctica de lo que es "compartir": se vive constantemente este valor, desde el primer segundo.
- ...
Este año se celebra el sábado 26 de enero.
La sugerencia es que "todo aquél que quiera participar y disfrutar de este día... contacte con la parroquia de su zona -si acaso quiere hacerlo en compañía con todos ellos y economizar gastos. Si por el contrario desea hacerlo "por libre"... obviamente también puede hacerse así.
No pocos aprovechan esta excusa para organizar una "salida familiar" que se convierte además a continuación en una gran "marcha misionera de la gran FAMILIA que es la Iglesia Diocesana, la de los más jóvenes misioneros".
¡¡Todos estamos invitados!!.
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