Nos quejamos a veces de lo que tenemos (nadie se queja de lo que no tiene ¿verdad?, todos nos quejamos de lo que tenemos en mano y nunca lo valoramos lo suficiente, sólo cuando ya no está).
Podríamos preguntarnos:
- ¿Por qué suceden esas situaciones de maltrato infantil, explotación, muertes y desamparo de los niños?.
- ¿Se podrían evitar?, ¿cómo?.
Puede parecer también que esto es sólo cosa de los mayores: de los gobernantes, de los padres y madres, de los maestros y maestras, etc... pero la realidad es que eso depende también de todos y cada uno de nosotros:
- Cada vez que insultamos, nos burlamos de alguien, le agredimos físicamente,... estamos negando el derecho a los demás su derecho a ser respetado, estamos atentando contra su dignidad.
- Cuando le tomamos "manía" a alguien y le culpamos sistemáticamente de todo, aunque tantas otras veces no lo sea,... le estamos empujando fuera, le marginamos y le impulsamos a creerse que no cuenta para nadie o que es un desastre.
- Cuando nos aporvechamos de su debilidad o decisión de no emplear ningún tipo de violencia contra nosotros y le amenazamos "si no hace tal o cual cosa" por nuestro capricho... le estamos acosando, le estamos forzando a vivir una vida desgraciada.
- Cuando le rechazamos por ser de otro país, o de otra isla, o por el color de su piel, sexo, idioma, cultura,... o por ser gordo o flaco, por ser un "empollón" o "no saber nada", etc... estamos demostrando que nos creemos superiores a él o ella, generamos complejos y exclusión.
- ...
- Gn. 1,27: "Creó pues Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó". No sólo somos hijos de Dios sino que somos a imagen y semejanza suya, plenamente libres y responsables, con capacidad de amar, transformar, crear nuestro propio camino, inteligentes,... plenamente humanos en total igualdad unos con otros, con idéntica dignidad.
- Jn. 3,16: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que quien crea en Él no perezca sino tenga vida eterna". Hasta tal punto llega el valor del ser humano para Dios que Él mismo se DA por entero al mundo y a lo largo de toda su presencia entre nosotros no ha cesado de darnos muestras de hasta qué punto hay que amar a la persona (sea hombre o mujer, niño o adulto, con unas circunstancias u otras,...).
- ¿Tenemos eso en cuenta al relacionarnos con otros niños y niñas?.
- ¿Tratamos a los demás como nos gustaría que ellos nos trataran a nosotros?.
- ¿Dependen pues esos DERECHOS DE LA INFANCIA sólo de las personas mayores?.
- ¿Qué podemos hacer aquí mismo, en nuestro colegio, en nuestro grupo de clase, con nuestros amigos, en casa con nuestros hermanitos?.
- ¿Qué ayudas necesitamos de nuestros padres y de nuestro profesorado para mejorar en nuestras relaciones de unos con otros?.
- ¿A qué nos podemos comprometer cada una y cada uno de nosotros para lograr vivir mejor esos DERECHOS DE LA INFANCIA?.
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